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Otro (fin del) Mundo Es Posible

Otro (fin del) mundo es posible. Un manifestó de Experimental Colectivo ¿Cuál es el rol del arte, sabiendo que ya fracasamos? Enserio, ya perdimos. El capitalismo gano, fracasamos. Y ahora ¿cuál es el rol del arte sabiendo que estamos bien muertos bien adentro? Bajo el capitalismo el arte y nuestras vidas son mercancías. El arte en específico, pues el arte que se considera a si mismo arte, esta encadenado a universidades y a instituciones que dependen en gran medida de la financiación del Estado capitalista / neoliberal. El arte esta encadenado a los individuos, la burguesía y / o las corporaciones ricas. (Este manifestó también entiende la música, la danza, literatura, cine, teatro, etc. como arte) Eventos de TN8, Movistar y Claro, etc. Como tales, el arte como mercancía tiende a reproducir la lógica del capitalismo neoliberal.

A lo largo del siglo XX era a menudo el sueño de artistas radicales, que también combinan su vanguardismo con ideales marxistas y anarquistas, de "romper la barrera entre el arte y la vida", para escapar de la mercantilización del arte, o para desempeñar un papel en la pedagogía del proletariado revolucionario. Tales impulsos se pueden encontrar en el dadaísmo, el surrealismo, el constructivismo, los muralistas mexicanos, teatro brechtiano, Fluxus, el situacionismo, DIY Punk, etc.

Mientras que las "barreras entre el arte y la vida" se han roto conceptual y formalmente, el mundo del arte sigue siendo un lugar “sagrado” y el objeto de arte sigue siendo “una mercancía.” El "mundo del arte" se define en gran medida por dos centros de solapamiento de validación: el mercado del arte y la vanguardia académica. Cada vez es más difícil que los artistas de la clase trabajadora y que sus familias "tengan éxito" dentro de estas áreas. Por otra parte, los clientes del mundo del arte tienden a limitarse a una capa de clase media alta y auto-seleccionada.

Si bien nuestro objetivo final debe ser la abolición de la mercantilización del arte, ese objetivo no es alcanzable en el aquí y ahora (sobre todo para los artistas pobres y de clase obrera). La mayoría de los artistas no tienen acceso a las mejores escuelas de arte superior, las conexiones a las galerías de artes, buen sonido, estudios de grabación, escuelas de danza, o las conexiones, que por sí solos, permita a críticos del arte influir a los directores de museos. Esta mayoría, que surge de la masa proletaria (y muchos de la clase media, así), no tiene la suscripción familiar para producir relaciones sociales y económicas "exteriores" al capitalismo. Para nosotros, nuestro trabajo determina si comemos o no, si vamos al médico, si podemos vestir a nuestros hijxs, y si continuamos haciendo arte.

Un problema relacionado con el mundo del arte es el problema de la audiencia. Tenemos nada en contra de los coleccionistas, críticos, curadores y académicos. Sin embargo, hay que admitir que son una pequeña minoría de la población. Lxs artistas anticapitalistas deben hacer el trabajo, al menos en parte, para otrxs trabajadorxs y otrxs anticapitalistas.

No creemos que el arte tiene que ser “pacificado” para el espectador proletariado. Pero debe abordar asuntos de interés para la mayoría proletaria (la mayoría de la raza humana). Esto no quiere decir que el arte debe ocuparse exclusivamente de la injusticia económica o representaciones simplistas de las contradicciones sociales. Esto significa que tenemos que rechazar la incredulidad y el cinismo postmoderno y neoliberal. Por encima de todo, un aspecto del estudio de arte anticapitalista debe ser ayudar a restaurar la imaginación revolucionaria; la capacidad de la izquierda y de la clase trabajadora de imaginar alternativas. Hacer arte ya es una acción política ¿pero bajo qué fin? Para poder comer, para tener billetes, para pagar la renta. Los artistas siempre están sobreviviendo. Creando redes de apoyo y solidaridad podrá salvar al artista con hambre para finalmente dejar de producir arte para comer pero para producir arte para exponer, proponer y politizar. No se puede desmantelar la casa del rey usando las herramientas del rey. Hay que crean nuevas avenidas, nuevas herramientas, nuevos colectivos, nuevos sindicados de artistas proletariados para restructurar el arte y convertirlo en una experiencia vivida, corporal y liberadora. Hacer arte es un trabajo. Somos trabajadores. Organicémonos como trabajadores. Tomemos los medios de producción a la fuerza. Enumeramos algunas visiones: 1) El arte tiene que exponer, dar a luz a la interseccionalidad y violencia opresión patriarcal-colonial-capiatalista-hetero-carnivora-blanca-neoliberal. El arte tiene que decir lo obvio, la civilización se está quemando, necesitamos bomberos y no porristas. 2) El arte tiene que proponer nuevos imaginarios y nuevas realidades. A) El arte tiene que ser el modelo la alternativa. El arte tiene que ser una Politica Pre-Figuritativa. Sus mecanismos y dinámicas tienen que reflejar el mundo que no existe y que debería de existir. Su principal funcionen tiene que ser el de la cooperación en vez de la competencia. Hay que formar sindicatos, colectivos, redes de apoyo, estructuras encima y en contra de las avenidas tradicionales. Compartir instrumentos, compartir pinturas, compartir clases de danza y teoría. Los artistas tienen que aprender de los movimientos obreros, reunirse, conspirar, planificar, demandar. B) El arte tiene que proponer nuevos imaginarios. Es más fácil imaginar el fin del mundo a que imaginar el fin del capitalismo. El arte tiene que articular las posibilidades y soluciones creativas y radicales creando nuevos sujetos políticos. 3) El arte tiene que politizar. El arte no puede darse el lujo de aventurarse en neutralidades. Ahorita no. Es irresponsable no tener un mensaje político. Entre tanta violencia permanecer callado es favorecer al opresor. Como dice Amiri Baraka: necesitamos poemas que maten. Necesitamos canciones que armen barricadas. Necesitamos danzas que nunca permitan abrazarnos y reconocernos como proletariado. Necesitamos performances que nos enseñen jardinería urbana y primeros auxilios. 4) El arte nunca perteneció a las galerías, bares y en escenarios. Hacemos un llamado a descentralizar el poder de las galerías y de los centros culturales. Estos centros culturales no solamente tiene un monopolio, más bien tiene a los artistas agarrados por el cuello. Preferimos tener 20 casas ocupadas que 20 Centros Culturales. Este impulso lo aprendemos de los punkeros que nunca se vendieron (FUGAZI). Que se volvieron expertos en organizar conciertos y festivales completamente invisibles, subterráneos y espontáneos, con tanto apoyo y solidaridad un artista nunca tenía que venderse a grandes corporaciones para poder vivir y disfrutar. 5) El arte es del pueblo y hay que excluir a la burguesía. El arte es público, la burguesía lo privatizo. No nos interesa satisfacer las necesidades de los opresores. Todo es gratis, nada es privado. Queremos destruir la economía quitándole todo valor económico al arte. El arte es para todos. El arte nunca será rentable. Decidimos tomar todas estas medidas precisamente porque sabemos que no vamos a ganar y de que no vamos a sobrevivir. El fin del mundo ya ocurrió. Ahora solo tenemos que internalizarlo. Sabiendo que todos nos vamos a morir, queremos proponer que otro fin del mundo es posible. Queremos un fin del mundo donde por lómenos podremos llorar en los hombros de nuestrxs camaradas. Queremos un fin del mundo donde las personas y los animales se pueden ver a los ojos sin miedo. Queremos un fin del mundo donde bailamos encima de las ruinas de los centros financieros. Queremos un fin del mundo donde justo antes de morir digamos, esto valió la pena. Preferimos el pinol al vino, experimental colectivo


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