Anarco-Feminismo: pensando en anarquismo
Un principio importante del anarquismo y el que más lo diferencia de cualquiera de los otros tipos de socialismo es el énfasis en la libertad y en las relaciones sociales no-jerárquicas. Es vital en el anarquismo el rechazo de cualquier jerarquía de poder entre hombres y mujeres. Los anarquistas creen que la libertad de uno está basada en la libertad de todos, entonces no puede existir sociedad anarquista sin la extinción de todas las estructuras de dominación y explotación, incluyendo natualmente la opresión a la mujer. Como anarquistas creemos que los medios determinan el fin. Esto quiere decir que no esperamos una revolución futura para resolver los problemas del sexismo, sino que vemos que es importante luchar en contra de él aquí y ahora. Como anarquistas nos esforzamos para asegurar que ambas, nuestras propias organizaciones y también aquellas campañas en las que estamos involucrados, estén libres de sexismo y jerarquías de poder y que todos los miembros tengan igual poder de decisión y acción.
Reconocemos que la participación total de las mujeres en el movimiento anarquista y las luchas sociales de hoy es muy importante. Para formar la sociedad del futuro las mujeres deben estar involucradas en su creación y, por supuesto, sin la participación de la mitad de la población no habrá revolución social. Tal como creemos que la emancipación de la clase trabajadora es tarea de la clase trabajadora, también vemos que, escencialmente, el desarrollo, libertad e independencia de las mujeres debe venir de si mismas. Involucrándose en la lucha política como un acto de fortalecimiento. Muchas mujeres en la sociedad de hoy no creen que pueden tener un rol fundamental para cambiar las cosas. Sin embargo, involucrándose, siendo parte —agitando, educando y organizando— nosotras comenzaremos a tener control de nuestras propias vidas en el proceso activo de luchar para cambiar la injusta sociedad en la cual vivimos.
Sólo en una sociedad anarquista manda la base para que la opresión de la mujer cese de existir. Esto es porque las mujeres, debido a su rol reproductivo, siempre será más vulnerable que los hombres en la sociedad capitalista, la que está basada en la necesidad de aumentar ganancias. Los derechos de aborto, la licencia de maternidad pagada, facilidades de sala cuna y cuidado infantil, etc., en resumen todo lo que sería necesario para asegurar la igualdad económica de las mujeres bajo el capitalismo, siempre será especialmente relevante para las mujeres. Por esto, en general las mujeres son vistas como menos económicas que los hombres para emplearlas y más susceptibles a ataques a las ganancias como son las facilidades en salas cunas, etc.
Asimismo, las mujeres no pueden ser libres hasta que tengan control total sobre sus propios cuerpos. Aún bajo el capitalismo, los derechos de aborto nunca están garantizados. Incluso si se logran avances en esta área ellas pueden ser atacadas, como sucede con los derechos de aborto en los EE.UU. La opresión de las mujeres bajo el capitalismo tiene así un fundamento económico y sexual. De estas raíces, causas de la opresión femenina, surgen otras formas de opresión tales como, por ejemplo, la opresión ideológica de la mujer, la violencia en contra de la mujer, etc. Esto no quiere decir que las ideas sexistas simplemente desaparecerán con el fin del capitalismo, sino que sólo con el fin del capitalismo podemos librar a la sociedad de un prejuicio institucional que continúa propagando y fomentando el sexismo.
Ya que una sociedad anarquista no será conducida por el lucro, entonces, por ejemplo, no habrá sanción económica por tener hijos o por querer pasar más tiempo con ellos. El cuidado de los niños, los quehaceres domésticos, etc., pueden ser vistos como la responsabilidad de toda la sociedad y así dar a las mujeres y a los hombres más opciones en general.
Anarquismo/Anarcofeminismo conectan la lucha contra la explotación de clase y la opresión a la mujer. La libertad verdadera, para mujeres y hombres, sólo puede llegar en una sociedad sin clases, donde los lugares de trabajo son auto-gestionados, la propiedad privada es abolida y la gente que toma decisiones es la gente afectada por ellas.
Claramente la lucha por la libertad de las mujeres requiere una lucha de clases por parte de los trabajadores/as. Y al revés, la guerra entre clases solo puede generar frutos si al mismo tiempo se desarrolla una lucha por la liberar a la mujer de la opresión. -Deirdre Hogan