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Memoria como Ambientalismo


Memoria como Ambientalismo: Recordar y Nolvidar.

-Miranda de las Calles Escena 1:

Ayer por la noche varios vecinos vinieron a visitarme. Primero, un zorrillo, blanco y negro, paseaban por mi patio, después brincando en el techo. De seguro bajo de Mokoron a la Miguel Bonilla para buscar comida entre la basura. Después desapareció, quizás de regreso a Mokoron, o quizás regreso a su casa entre paredes de casas universitarias. Un rato después apareció un Guardabarranco y se detuvo en el árbol de Naranjagria del patio. Al ratito, mis compañeras no-humanas subieron porque olfatearon al zorrillo y se pusieron a oler todo el patio. En la noche se escuchan las chicharras. Escena 2:

En 1997 habían luciérnagas en la Miguel Bonilla. Recuerdo verlas, jugar, atraparlas y liberar. Las estrellas bajaban lentamente a la calle, tipo 6:15pm. Me acuerdo una vez que mi tía encontró una culebra enormemente cafe en el techo de su casa. La mataron a machetazos. También me acuerdo de los garrobos: cada techo tenía su propio garrobo y comían flor de abeja. Me acuerdo que donde doña Gloria vendía tortillas había un palo de nancites. No me gusta el nancite, por eso me acuerdo. Desde un punto en específico de mi casa, se podía ver: un palo de coco, un palo de aguacate, un palo de limón y un palo de mango. Me acuerdo de los colibríes, afuera de la ventana de mi cuarto, fácilmente miraba cinco diferentes en diez minutos. También me acuerdo de los murciélagos, cuando volaban rápidamente entre los árboles, como naves espaciales. Me acuerdo que un par de veces cuando acompañaba a mi papa a salir a correr en la madrugada, todo estaba lleno de neblina. Ni siquiera a las 5:00am, pero hasta a las 6:15am todavía había neblina. ¡Que llegaba hasta la Rotonda Universitaria! Mucho antes de que se construyera la carretera Suburbana. Me acuerdo porque yo estudie en el Arlen Sui, cuando quedaba en medio del bosque. Realidad 1:

Ya no hay neblina en la Miguel Bonilla, ni siquiera a las 4:00am. No me acuerdo de la última vez que vi a un murciélago. No sé cuándo fue la última vez que vi un colibrí. Mi árbol de mango favorito lo cortaron porque sus raíces interferían con las tuberías. Me acuerdo porque yo jugué a ser un pirata en este árbol caído. El árbol de nancite ya no sé si está ahí, porque se han construido muros entre las casas universitarias. Y doña Gloria ya dejo de vender tortillas. Garrobos ya tampoco veo. ¿Talvez porque hay más gatos en las casas? Pero si sé que la UNAN tienen un hibernadero de garrobos. Miles de ellxs acurrucados en una jaula al aire libre. Ya no tengo miedo de que me salga una culebra y en 1997 habían luciérnagas en la Miguel Bonilla. Primera Tangente:

-Estos recuerdos increíbles de los 90’s no se pueden ni comparar con la realidad pre-colombina. ¿Cómo habrá sido esta área conocida como Managua antes de la llegada de los Colonos? ¿Qué tan grande habrá sido Bosawas? ¿Qué tan denso y pesado los bosques? ¿Qué tan llenos de pájaros los cielos? ¿Qué documentos, o recursos tenemos para recordar nuestro pasado ecológico? Este pasado es inimaginable. He ido en los tours de pájaros / animales silvestres / que facilitan los ambientalistas o los campesinos y al final yo no soy la única persona que al final termina llorando abiertamente. Si tenemos suerte, vemos por lómenos un tucán. Antes de la conquista había tantos peces en los ríos fueron descritos como ríos "negros y turbulentos." ¡Imagínense la cantidad de peces en los ríos, que los transforman a negros, llenos de movimientos! Antes de la conquista habían tantas aves en el cielo de que cuando cruzaban el sol, toda la tierra se oscurecía. Imaginen nubes de pájaros bailando en los cielos. Antes de la industrialización habían decenas de miles de ballenas, migrando, todas juntas, en el océano, imaginen islas enteras, flotantes, atravesando.

Argumento #1:

Desafortunadamente, la mayoría de mis encuentros fantásticos de la naturaleza son recuerdos. Pero este fenómeno es algo que todos encontramos todos los días, incluso muchos de nosotros, “gente civilizada” ni pensamos en estos recuerdos: en cómo era la naturaleza antes. Este fenómeno, el de olvidar lo fantástico-natural, tiene un nombre, se llama: reducción de las líneas de base. La frase describe el proceso en que nos acostumbrados y aceptamos el empeoramiento de las condiciones normales. Junto con esta normalización “la de aceptar lo peor del presente”, se nos olvida que las cosas no siempre fueron así. Y esto puede conducir a una mayor aceptación y a la normalización adicional, lo que conduce a una mayor amnesia, y así sucesivamente. Mientras tanto, el mundo está muerto, especie por especie, bioma por bioma. Y aun así, todos estamos contentos cuando vemos el número cada vez menor de los sobrevivientes.

Segunda Tangente:

Posible tesis de Maestría: ¿Cómo habrá sido la experiencia de la montaña de los guerrilleros en los años 70 / 80’s? Justo antes de sentir los efectos del cambio climático. ¿Cómo recordaran los guerrilleros este ambiento que los protegió tanto tiempo? ¿Cómo ha cambiado esta realidad ecológica? ¿Como se acordaran del Rio Grande de Matagalpa? Me preocupa que nos hemos enfocado en recordar y en trazar y documentar la historia antropocéntrica, al costo de olvidar la historia ecocentrica. Aquí puede haber todo una nueva disciplina académica: Historia Ecológica. Continuacion:

Me horrorice hace unos años cuando leí, que muchas de las poblaciones de pájaros cantores en la costa atlántica de los Estados Unidos han desaparecido hasta en un 80% en los últimos 40 años. Pero, y esto es precisamente el punto, estoy aún más horrorizado cuando me di cuenta de que La Primavera Silenciosa por Rachel Carson, (por si no lo conocen es sobre como los bosque se están quedando callados por la falta de aves) el libro canónico que comenzó el movimiento ambiental contemporáneo, salió hace más de 40 años, por lo que significa que este 80%de disminución de los pájaros cantores continuo disminuyendo causado por los pesticidas, deforestación, la conversión a la agricultura y la urbanización que continuo. En otras palabras. El origen del Ambientalismo, como lo conocemos en el occidente, surge de una alerta ambiental, y como ambientalistas no hemos logramos mitigar esta catástrofe. Lo que Carson nos advirtió que sucedería, hace más de 40 años, sucedió. Una idea triste:

En el preescolar teníamos un libro dedicado a Animales, que nos ayudaban a aprender el abecedario. A de Armadillo. B de Buho, C de Camello, etc. Muy pronto tendremos que escribir un nuevo abecedario. Ya que la L de Leon, la B de Ballena, la T de Tiburon, y la A de Abeja, ya no existirán, solo serán recuerdos que tendremos que explicar a nuestros hijxs, que no nos creerán cuando le intentemos describir de que existía un caballo amarillo con un cuello de dos pisos de altos, y que tenía una lengua purpura oscura que ocupaba para limpiarse los ojos! La J de Jirafa. Realidad 2:

La situación en que estamos es increíblemente problemática por la siguiente razón: Es más difícil pelear por lo que no amamos, a que pelear por las cosas que si amamos. Y es difícil amar las cosas que no sabemos que nos hacen falta. Es aún más difícil combatir en contra de una injusticia que no se percibe como una injusticia, sino más bien que se percibe como si fueran un evento común y normal. ¿Cómo se puede luchar contra de una injusticia de la que nunca se piensa? ¿Cómo se puede luchar en contra de una injusticia si nunca se ha sabido que las cosas han sido diferentes? La tensión moderna puede ser la siguiente: Socialmente las cosas han sido peor en el pasado, y lentamente nos acercamos a un futuro mejor. Ambientalmente, las cosas han sido increíblemente mejores en el pasado y nos acercamos a un futuro increíblemente peor.

Ayer comí un banano. O más bien, comí un objeto en forma de banano que no tenía mucho sabor. ¿Cuándo dejamos de notar que los bananos / las papayas / los tomates ya no saben a como sabían antes? Nos estamos acostumbrando a esta miseria ambiental. Como vivir al lado de un basurero y acostumbrarse al olor. El olor nos deja de molestar. Lo dejamos de percibir. No me quiero acostumbrar al polvo, después de recordar la neblina. Este es un proceso que tenemos que parar. Milan Kundera dijo una frase famosa, "La lucha de la humanidad contra el poder es la lucha de la memoria contra el olvido." Todo lo que existe en esta cultura está destinada y diseñada para distraernos – o mejor a un, a que olvidemos – de las injusticias y el dolor. Y es completamente normal para nosotros que queramos ser distraídxs y de olvidar el dolor. Ejercicio 1:

Pero esto es lo que quiero que hagamos: Quiero que salgan a la calle, de día o de noche. Quiero que escuchen los pájaros (que lentamente desaparecen), quiero que sientan la temperatura del viento (que lentamente se incrementa). Si vivís en Managua, o en cualquier otra ciudad, quiero que te imagines tu casa, tu vecindario, a como era antes de la civilización. Quiero que investiguen quien vivía allí. ¿Sabían que existían coyotes en Carazo? Yo quiero que intenten sentir como era antes. Antes de las carreteras y los carros y los aviones. Antes de las maquilas. Antes de las plantaciones de café. Antes de las iglesia.

Quiero que sientan lo que la tierra quiere ser. Quiero que apunten cada vez que vean un murciélago, un guardabarranco, una luciérnaga, la neblina. En resumen, quiero que pongan atención. Atención a los cambios lentos pero seguros que vienen.

Si hacen esto, su línea de base se detendrá, ya que ahora tendrán un registro de lo que se perdió. Conclusion:

No se desalienten ante estos datos. No lo ignores. Quiero que se sientan el dolor. Manténganla como una brasa en su camisa, una brasa que arde y que quema. Quiero que todos nosotros sintamos este dolor, porque queremos que este dolor se detenga. Todos queremos que la injusticia se detenga.

Debemos entender este dolor, no para acostumbramos a ella y tampoco para que nos deje de molestar, sino para que acabemos con las injusticias y la destrucción que están causando este dolor en el primer lugar. Quiero que sintamos lo horrible que es la destrucción ambiental, y luego quiero que actuemos al nivel de este sentimiento. La solución del problema tiene que estar al mismo nivel, al mismo grado del problema. Nos enfrentamos contra el fin del mundo, nuestras soluciones tiene que estar a la par.

Y te prometo dos cosas: Uno: La sensación de este dolor no te matará. Y dos: No sentir este dolor, ignóralo y evitarlo, eso si te matara. -adaptado de Derrick Jensen “Against Forgetting” 2013.


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